sábado, 17 de julio de 2010

Trato hecho

las letras solas se acomodan y dan lugar a un texto...un texto con contexto JAjaja...o un dia sin noche....o alguien sin nombre....o un nombre sin dueño...JAJAJa...


Ya no recuerdo mi nombre, tantos años que
He dejado de usarlo; supongo que en algún
momento esto tenia que pasar, y ahora todo
se ha llegado a derrumbar.


Ya no recuerdo mi nombre, fue acaso el
sueño que yo confundí con felicidad, eso me
hizo olvidar que es la realidad; un golpe
duro fue el despertar y encontrarme con esto
que todos llaman humanidad.



Ya no recuerdo mi nombre, creo que lo
perdí en una travesía que hacía por el mar,
lo deje olvidado en lo que yo llame hogar,
lo enterré para no volver a ver
lo que me identifica con los demás.



Ya no recuerdo mi nombre, y aunque
debería sentir desesperación por eso;
simplemente no percibo nada.



Ya no recuerdo mi nombre, pero…eso es
bueno o es malo, se puede clasificar así de
fácil las cosas. Un ejemplo: cuando alguien
me pregunte cual es mi nombre;
cuando alguien diga como te llamas,
que diré, ¡que diré!…


Solamente seré esa persona que paso por sus vidas
y que no fue constante;
seré quizás un recuerdo en su memoria;
es ese el monto a pagar por no tener nombre…
un precio que te condena a la soledad, al olvido.
¿Aceptas el trato?



Ya no recuerdo mi nombre,
me libere de esa atadura,
solté el último recuerdo que me
faltaba eliminar,
desaparecí de este rompecabezas
que todos intentar armar.


Ya no recuerdo mi nombre,
que alegría embarga mi ser,
esta dicha no las vas a creer;
¡vaya! esto es lo que estaba soñando ver,
y ahora que es realidad no puedo evitar sonreír
por lo que ahora creo es libertad.

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