Eso que llaman

Te extraño tanto en mis recuerdos,
En las noches sin tus risas,
O nuestra despedida matutina.

Ya cambiamos el caracter,
Sentimientos, experiencia
Somos dos extraños,
Conocidos sin reproches,
Dos sin sentimientos,
Ni cartas de por medio.

Ya no miro la pantalla,
Mensajes invisibles,
Audios con tus besos.
Todo esta cerrado,
Y ya no hay recupero.

Es esta mi agonia,
Mi auto asalto a mano armada,
He arrojado ya tan lejos
Las llaves que me ataban.

Intento cada hora,
Desterrarte de mi vida,
Desaparecer esas manías
Que tu escribiste en mis heridas.

Me robaste el corazón,
Y hasta ahora no devuelves
Ni una aorta o su ventriculo,
Ya no hay quien lata en este pecho.

Se que sentenciamos esta historia,

Arruinando la amistad,
Ahora solo sombras,
Que atenúan esta paz.

Aquel hogar que dibujamos en nubes,
Con nombres como juegos,
Esperanza en mis ruegos.

Si te quize en mi futuro,
Pero mi presente ya es oscuro,

Nos volvimos indiferentes,
Al amor, dolor, ¿pasion?
Seres sin emoción.

Que preferimos el orgullo
Y nunca ceder a los arrullos,

que compusimos en madrugada,

cuando solo las horas nos limitaba.

Como dos contrincantes de ajedrez,

moviendo fichas por doquier,

cerrando opciones con los jaques,

por que alguien tenia que perder.

Viviendo en el mismo universo,
Y a miles de estrellas de distancia.

Hasta cuando nos escribiremos en el viento,

o continuaremos mintiendo,

apagando el corazón, 

y dándole el control a la razón.