domingo, 2 de enero de 2011

CAP 7 Meditaciones Interrumpidas

Me toca revisar tus cosas – Le dije, una vez que me devolvió mi maletín con una de esas sonrisas tan suyas.

Puedo jurar que esa guiñada de ojo, con la cual me dio su bolso llevaba algo más de por medio. No era normal... son visiones. Porque una chica tan linda va a estar cautivándome. Imposible, por otro lado mis mejillas se sentían complacidas por ese gesto y se lo demostraron con un sonrojo.

La falta de alimento, y el estar solas en un ambiente tan pequeño; todo junto estaba trayendo estragos en mi mente y cuerpo.

Cris es tan encantadora, ese polo holgado color turquesa, que cubría solo uno de sus hombros… cuello ojal le llaman a ese tipo de corte en las prendas, recuerdo haberlo leído en una revista. Ese gorrito tan mono que la acompañaba, una falda con unos cuantos detallitos que la hacían lucir mas femenina de lo que ya de por sí era, llegaba a su rodilla y era blanco. Dejaba al descubierto unas pantorrillas esbeltas, sin duda no era mentira que es deportista…no tenia una fijación extraña por las piernas pero esta tan…tan…exquisita.



¿Qué miércoles me estas haciendo pensar Cris?




Si colocara mi cabeza dentro de su bolso ¿se vería raro? Todo con tal de ocultar la creciente vergüenza que se acumulaba en mi cuerpo, mas especialmente en mi rostro. Le debo parecer una enferma por quedarme viéndole las piernas.


Bah…ah…comienzo la investigación – Fue lo que se me ocurrió decirle antes de oír alguno de sus comentarios sarcásticos, y me concentré en no cruzar mis ojos con los de ella – sostén la linterna.

Le agradezco mucho el no mencionar nada, salvo una ligera risita, que escuche. Apuntó la luz de su celular en su bolso para que fuera más fácil mi incursión.

Que tenemos aquí - retire el primer objeto que encontré en uno de los bolsillos de su bolso – Es una caja negra…uhm…set de maquillaje.

Quise decirle que la cajita de maquillaje reflejaba el deseo de ocultar su verdadero aspecto, la falta de amor propio, pero me resultaba Irracional pensar que una criatura tan hermosa necesitase algo extra para resaltar sus facciones.


Y bien…cual es el resultado – Me preguntó, sacándome de mis divagaciones tan abruptamente que se me crispo la piel – que pasa...

Nada, me distraje – Lo cual es indiscutiblemente cierto, debía decir algo…pero ¿Qué? – uhm…el maquillaje revela…que…te gusta pintarte.


¡Obvio! …Que tonta sonó mi respuesta.


Ajá, que perspicaz – aseveró conteniéndose la risa – vamos Mía, puedes mejorarlo…

Esta bien, un reto es un reto. Olvidaré por un minuto que me traes fascinada, que mis neuronas se rehúsan a formular un comentario mal intencionado sobre ti y hablare del mismo modo que tú lo hiciste.

El maquillaje en tu bolso es un indicio de vanidad, narcicismo, egolatría, llámalo por el sinónimo que prefieras; por lo que tú personalidad sería el de chica YO-YO, Te lo explico de otra manera, si alguien dijera: “el mundo es tan aburrido”, tu respuesta sería: “Si, te entiendo, si sólo hubiera mas gente como YO”- me salió lo psico-loca…ahora que dices Cris ¿continuo?

La observé pero no puede descifrar la expresión que tenia, o bien estaba en lo cierto con mi supuesta deducción, o me había pasado con la explicación.


Sucede algo – indague tímidamente.


Eso esta mejor… - alegó Cris, y finalmente me mostro una sonrisa de oreja a oreja – así que puedes ser maliciosa…interesante descubrimiento.

Aunque, debo rectificarte en una parte- continuó Cris – Antes era vanidosa pero me cure y ahora…SOY PERFECTA. – lo dijo con el tono mas petulante que podía fingir.


Que graciosa es esta señorita, Me alegro que no se tome a mal esas palabras. Además, era un juego y ella puso las reglas; yo sólo me prestaba voluntariamente a sus experimentos.

Reanude mi exploración por su bolso, en su mayoría tenia cuadernos y libros, chica universitaria por sus cuatro costados.

Extraje una bolsita de plástico, debía de contener algo importante, porque la vi sorprenderse y movió ligeramente la linterna. Me apresure a tomarla con mas firmeza, aunque tuviera ganas de abrirla, mínimo debía tener consideración en preguntarle.

Esto me huele a gato encerrado – Con la mirada pedí su permiso e insinué que lo abriría - ¿puedo?

He…me olvide que hoy lleve eso conmigo – lo tomó de mis manos, no sin antes cerciorarse que no oponía resistencia – te importaría que esta bolsita no entrara en el juego.

Se que yo puse las reglas al juego y que tú me dejaste revisar todo tú maletín…sin decir nada - continuó con su explicación – pero… ¿Puede haber una excepción?


…¿Qué debería responder?…

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