martes, 4 de enero de 2011

2CAP Conversaciones detenidas

CAPITULO 4: Conversaciones Detenidas

Disculpa, te vi muy sola – volteo a ver quien me hablaba - así que vengo a hacerte compañía, y de paso tomarnos algo.

Es un chico castaño, con unos ojos marrones muy parecidos a los de Cris. Este es mucho más alto que yo; delgado pero sin dejar de lado sus bien formados pectorales, los cuales traslucen debajo de su playera.
Quien sabe es para no estar sola, pero decido aceptar su invitación, al cabo que sólo es una bebida. Después me iré.

Y dime como conoces a Cris - tiene una voz gruesa y una sonrisa muy carismática – ¿amiga de su universidad?

No, ella es…es…mi vecina – añadí. Ahora prefiero meterme de lleno en la conversación, para que mi cerebro se olvide de decirle a mis ojos que vea como baila Cris con ese tipo. - ¿y tu cómo la conoces?

Soy su primo, me invito hace una semana a su cumpleaños – Sonrió al afirmar eso -así que, aquí me tienes.

Ya veo el parecido – Agregué. Ahora me fijaba mas en los detalles de su rostro buscando más similitudes con su prima – Me llamo Mía. Mucho gusto en conocerte.

El gusto es mío – Respondió tendiéndome su mano para estrecharla – Soy Alberto.

Es la mejor decisión que tome en toda la noche, no me arrepiento de aceptar conversar con Alberto; es muy gracioso, y cada dos segundos me sale con algún chiste. A terminado de estudiar publicidad hace un año y ahora se esta encargando de toda la campaña de mi bebida favorita, “súper free”. Dice que me puede conseguir la “súper free” edición limitada, que emoción. Al final, la fiesta no esta tan mal.

Me concederías un baile – pregunta todo interesado Alberto, arqueando su ceja y dándome una sonrisa brillante. Serán todos así en la familia de Cris... deslumbrantes – di que si.

Vale, una fiesta es para bailar ¿no? – Acepto su mano tendida, y vamos a buscar un espacio detrás de estos sillones – podrás seguirme el ritmo…jajaja.

Hace tiempo que no relajaba los músculos, me deje llevar por la melodía, sonriendo abiertamente, olvidándome mientras duren las canciones de mis problemas sentimentales. A la izquierda, derecha. Es tan divertida la canción, me quita la tensión.

Falta el movimiento sexy Alberto – Interrumpe una chica bajita que baila a nuestro costado.

Claro que si, Karlita – Le guiña el ojo, y vuelve a mirarme.

Y ahora…hasta abajo – me sonríe Alberto.

Al ritmo de la música comenzamos a descender; las voces de la gente me avivan mas a provocarle, sólo es un juego ¿no? Los escucho decir: vamos Alberto, no te quedes.

Un movimiento de hombro, y piernas para que las tengo. Ahora, a subir lentamente, me causa mucha gracia como las demás parejas nos acompañan al mismo ritmo, creo que somos los reyes de la pista.

La algarabía incrementa mis movimientos, los de Alberto también. Manos arriba y vuelta. ¡uy!....

Un sonido seco, nos hace a todos voltear, a punto de abuchear a aquel tonto que seguro desconecto sin querer la radio…quien detuvo la música ¿Quién?

Me acomodo, y sigo la mirada de todos hacia el equipo de sonido. Alberto también esta interesado en saber quien interrumpió la diversión.

¿En que momento se detuvo? Hace unos segundos estaba ahí con el, y ahora aprieta con fuerza el botón de apagado. Es una chica simpática, el cabello castaño brilla con luz propia, le miro el rostro…es Cris y tiene el entrecejo fruncido, enseñando los dientes como un animal a punto de atacar. Esa mirada mata. Pobre de aquel a quien sus ojos estén dirigidos.

DAMM IT!

CRAP! IT’S ME…justo ahora se me ocurre practicar mi ingles. ¡Rayos y truenos! Soy yo; algo o alguien ha poseído a Cris; tiene una mirada desquiciada. Me paralizo, me fulmina con esos ojos marrones…es mi imaginación o ahora son rojos sangre. ¿Qué hice?, OMG, What the fuck did I do? ¿Qué alguien me diga que hice?...merezco conocer porque voy a morir…

Me olvido de las pifias que oigo alrededor; un aire frio me recorre la espalda, paso saliva, y comienzo a retroceder unos cuantos pasos. Es ella y yo.

Tiene los puños apretados, sus amigos y amigas la miran curiosos, ¿no le gusto la canción?; por ahora no ven que esa chica tiene unos ojos que emiten agujas, y me las clava todas. ¿Por qué esta furiosa?

Que tendrá mi primita – comenta Alberto acercándose a mi oreja – cualquiera diría que nos mira fijamente.

No me ves temblando Alberto, por supuesto que nos observa. Si es tan salvaje cuando hace el amor, no quiero ni pensar como es cuando esta molesta. Me va a romper todos los huesos y luego los usara como adorno.

Si pues…que tendrá – le respondo, sin dejar de ver a Cris, ¡miércoles! Esta chica ni parpadea por no perderme de su rango de visión.

Ya imagino mi obituario.

“…Ingeniera con un futuro prometedor, siendo tan joven ya se veía como la próxima presidenta ejecutiva de alguna de las mas famosas organizaciones en pro del medio ambiente. Nos ha dejado un grandioso legado a sus veintidós años y con ello sólo nos queda pensar que hubiera creado si le daban un poco mas de tiempo. Ayer 21 de octubre falleció Mía…y todos lo lamentamos tanto, a excepción de la chica que la mato y sin decirle el porqué…”

Bien, Ya tengo un plan…avanzo con Alberto al frente, para que me sirva de escudo, y tan pronto este cerca de Cris se lo lanzo. Tengo chance de un par de segundos para abrir la puerta, escalar hasta mi departamento. Cerrarlo con llave, colocar una tranquera, llamar al 911 y ocultarme debajo de mi cama. Please, no quiero morir. Somebody save me!

Cris, cuando no…apresurándote – Es el chico moreno de hace un rato – se que estas entusiasmada con lo que sigue, pero todavía la gente estaba bailando.

Uhm…que dices – rompe el trance Cris, y voltea a mirar al muchacho – de que hablas Arturo.

El chico le da unas palmaditas en el hombro.

No te preocupes Cris – Le sonríe, dejando a una turbada Cris en el medio- es una sorpresa.

Le haré un monumento a ese tal Arturo, me salvo de una buena. Ni idea del porque se puso tan extraña. Por ahora la veo nuevamente apacible, y conversando con sus amigos. Mientras todos los demás invitados buscan un lugar para sentarse a dialogar o tomar un par de bebidas. Por lo visto la música no va a comenzar a tocar.

Esto se pone interesante – Me dice Alberto con un ligero empujoncito en el hombro - ¿no crees?

Ya lo creo – le respondo; agradeciendo por poder seguir con todos mis huesos sanos por un tiempo mas.

Esta noche van a pasar muchas cosas…

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