jueves, 6 de enero de 2011

2CAP clases de quimica

CAPITULO 6: Clases de quimica

Una chica que estaba abrazada a su novio, bueno debía ser algo más que un amigo si la mano del chico no soltaba su…uhm… ¿cintura? Levantó la mano.

El turno de una fémina – Tiene suerte Arturo que el novio de la chica no lo vio, porque la mueca que le hizo, podía provocar un par de peleas- adelante, suelta la pregunta.

¿Has besado a una chica? – dio un pequeño chirrido al terminar su pregunta, apretándose mas a su novio.

Acaso todos se habían confabulado en mi contra, o se enteraron de nuestra historia. Y ahora planean sacarle a cucharadas la información.

También sé la respuesta, dudo en contestar. Es su vida privada. la observo como pidiendo permiso para confesar. Ella se limita a sonreír, no entiende mi silenciosa interrogante.

Y la respuesta es… - Dijo Arturo, tocándome un hombro.

Si lo ha hecho – aseguré a la multitud, ahora todos los ojos se posaban en la niña de mis insomnios. Corroboraría mis palabras; ella me había besado pero antes de mi también a otra chica.

Niki esa pregunta que haces…te pasas – giró Cris a ver a la chica que dio el misterio- jajaja…bueno si lo hice.

Estoy loca, casi puedo jurar que me miro de reojo, sonriéndome abiertamente. Para todos, eso paso desapercibido, para mi, NO. La niña Cris tiene esa picardía; piensa hoy gritar a los cuatro vientos que nos besamos.

El ambiente de la fiesta esta de lo mas intranquilo, creo que quien invento todo estas reglas del juego es Arturo, parece tan feliz ante las preguntas. Y su amigo Renato, también esta disfrutando con las respuestas. Que tiene ese chico con mirarla con ojitos de borrego. Uhm…Jamás te ha dado permiso, en cambio yo la tuve entre mis brazos. Le clamó internamente que deje de ver a Cris como suya. Ella tiene dueña. Estoy presente.

*** ***

Sus labios son tan rojos, el delineado de sus ojos me deja atónita. A quien debo pedir permiso para quedarme embobada mirándola toda la noche. Cris, se da cuenta de que llevo bastantes minutos observando su rostro y después, que baje la mirada hacia el escote del vestido.

Pasa algo Mía – es casual con su pregunta, sin querer se muerde el labio inferior, y su mirada resbala a la abertura de mi polo. Volviendo a mis ojos instantáneamente– estas roja.

Gracias que nadie nos toma en cuenta, Arturo sigue haciendo de las suyas al elegir el próximo candidato a dar una pregunta. La bulla oculta toda nuestra conversación.

Ha-Hace Calor – titubeo tan sonrojada, aprecio el que nadie haga comentarios al respecto - ¿Qué hora será?

Ya quieres irte – Siento su voz algo distante al pronunciar esas palabras – te aburre estar aquí.

Te aburre estar conmigo, se que no dijo eso, mas percibo que tal vez esa fue la verdadera intención que tenia.

No pude contestarle. Arturo me interrumpió.

Chicas la siguiente pregunta es para Karla – La pequeña Karla hizo un gesto con las manos para aplacar a la multitud y dejarse oír – adelante.

¿En que lugar a sido el mas extraño donde has hecho el amor? – Levantó la ceja al terminar de hablar – no te molestes…jajaja…es mi venganza por no contarme que habías estado con alguien de aquí. – vi como sus ojos fueron a dar a Renato.

Ni que piense, que ese tipo, ese…ese estúpido es el que paso sus manos por su piel, ni en mis peores pesadillas podía imaginar algo así. Vamos Cris, abofetea a tu amiga para que reaccione, o tengo que hacerlo yo.

Ya estaba por dar mi respuesta, cuando la mano de la niña Cris me detiene.

Esta me las pagas Karlita – le gritó a su amiga- me abstengo de contestar.-sentencio Cris. Sirviéndose rápidamente el trago de la jarra en su vaso.

Oh vamos, no pensaras tomar eso.

Mi incredulidad se esfumo cuando la vi con estos ojitos marrones, ingerir esa solución que podría ganar al raticida más efectivo. Que llamen al doctor Cris se nos muere.

Posó con fuerza el vaso en la mesita de madera. Sus cabellos cubrieron su rostro. Estaba preocupada.

Cris, amiga….estas viva – Se agachó Arturo para comprobar si seguía respirando – jajaja…si esta viva. – Señaló una vez que ella misma se acomodó el cabello despejando su bella figura.

Debo contradecir a Arturo; la cara que poseía, me decía que moriría dentro de poco, ¡Wuau! O bien no resiste para nada, de nada el alcohol, o el trago de Arturo merece un premio.

Es una sugerencia al maestro de ceremonias, debe colocar un cubo al costado de Cris, esta chica hoy vomita.

Estoy bien…-responde Cris con la voz de borracha. Cuando no, para los alcohólicos siempre están sanos – sigue- si-gue con las preguntas…tas – porque separo ese “tas”…ya estaba hecha.

Todos se carcajeaban estrepitosamente, Arturo lideraba todo el escándalo. Hasta lágrimas aparecieron en sus ojos de tanta risa.

Para qué se meten en cosa de adultos, si luego no aguantan. Pobre mi niña. No puedo ayudarla.

La cuarta pregunta de la noche – Afirmó Arturo – es para….ese caballero bonachón, y guapísimo – ¿Ah?, Se señala a el mismo.

Si él era el próximo, entonces Cris que se vaya sirviendo otro vaso. ¡Salud!

Con la mirada perdida, ella trato de enfocarlo. Pensaría rogarle que no pregunte algo que no iba a responder. Incluso cuando esta pasada de copas es tan preciosa. Dan ganas de llevarla a la cama cargando ¡uy!…sí…mmmm, este…a descansar. A descansar. No piensen mal. Yo no podría aprovecharme de ella, es tan inocente, tan delicada…uhm. Quien sabe le robe un par de besitos.

Mi pregunta es…-se paró en ese instante para poner mas misterio al asunto -¿Con quien de los presentes “dormiste”? – esa palabrita en comillas. No acabará nada bien.

Mia, sabes algo del culpable – me cuestionó.

Culpable de qué, si ella fue quien me devoró toda, yo fui muy inocente mientras la pervertida de ahí m…ah…uhm…Soy yo, lo admito.

No quiero responder– susurré en lo bajo, sabiendo que no podré pasar esta noche sin probar el dichoso trago verde. Procedí a beberlo. Mejor todo junto y sin respirar.

Muy bien, solita tomaste tu castigo – añadió Arturo al público, podrían parar un poco la bulla. Hasta para mi los efectos de ese preparado eran TOXICOS.

Moví ligeramente la cabeza en ambos lados, cogiéndome el cuello. Como quemaba. Cris ahí frente a mí, riéndose de mi reacción. Esos ojitos juguetones…me recuerdan las horas en el ascensor.

Y Cris…danos la respuesta que ansiamos – mencionó Arturo cogiéndose el rostro a tanta algarabía. –Todos queremos escucharte. Ya que Renato no planea confesar nada.

Uyyy Uyyyy Fiuuu Fiuuuu

Pedazo de escandalosos, cállense de una buena vez. Debo repetirlo, no entienden que entre ese idiota de los jeans apretados y mi niña, jamás pasará nada. No, si puedo evitarlo.

No hables tonterías; Renato sólo es un amigo – Apoyo a Cris. Es una tontería eso que dijo Arturo. Una gran satisfacción se libera de mi pecho– Sírveme otra copa nomas, que soy muy posesiva con el nombre de esa persona y no quiero que nadie lo pronuncie mas que yo.

Alzó los ojos a mi altura por unos cuantos segundos, y los bajó hacia su vaso, ahora lleno. Vas a decirme algo mas o puedo sonreír por como aumentas mi deseo.

Que amigo se da el trabajo de endulzar el veneno para su amiga. No se cómo consiguió terminar todo el líquido. Apoyó bruscamente las palmas de sus manos contra la mesa. Intenta estabilizarse.

diii…br..ahh…pregunta – Cris balbuceaba incoherencias, todos nos reíamos de cuan poca resistencia tenia.- shhh, con-tia mos , continuemo-sss

Karla se acercó a donde estaba Cris, pasándole un brazo por encima del hombro, repetía: ya te he dicho que te voy a entrenar para que no estés dando vergüenza pública y tú no aceptas.

Yo también puedo entrenarte – mi boca había soltado mis pensamientos, este trago si que es “valentía liquida”.

Sus ojitos tenían un brillo peculiar, y con uno de sus dedos se tocó un par de veces el labio. Provocándome a besarla.

Para su amiga eso sólo confirmaba sus sospechas de que Cris ya no podía tomar un vaso más. Me miró Karla y con su mano acercándola a su cabeza hizo esa seña típica de cuando quieres demostrar que otro esta loco.

Si supiera nuestra historia, la cosa cambiaria.

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