domingo, 2 de enero de 2011

CAP 14 Agotamiento Inusual

Somos dos queriendo volverse una. En el ascensor se huele la pasión, y la pregunta del año: ¿Quién acaba con quien?



Quiero ser la llave de tu desnudez, que me permita entrar y cerrar con candado. No saldré viva de aquí…


No puedo decir una palabra junta, me arranca sólo gemidos de placer; tiene una mirada enloquecida y sigue moviéndose entre mis piernas, siento que no resisto. Pero ella ha decidido no parar, mi polo le incomoda, así que en un rápido movimiento, me lo retira…yo obedezco alzando los brazos. Cada noche verla como ahora, es puro deseo.



Parpadea varias veces, y se acomoda un par de cabellos para que la dejen observarme. Joder. ¡Que sexy! Frena su juego en mi entrepierna. Y se agacha un poco, su naricita huele mi piel, bajando hasta el centro de mis senos, aún no me quita el sujetador.



Navegas por mi mente, eres mi sirena llamándome, obligándome a que me pierda en ti, ámame, entrégate.



Desde la posición en la cual esta, busca mis ojos. Yo encuentro sus pupilas, es un angelito travieso. Lame el borde de esa prenda que cubre mi pecho, entre cierra los párpados en cada paso que da, sus pestañas se baten al compás. Sus manos en mi espalda, suben despacio… ahh…ahhh. Me falta oxigeno. Apoyo mi cabeza en la pared del ascensor. Puedo apreciar como se tensa mis músculos, pidiéndole a gritos que de una vez me quite todo…- Ah…ahhh…Cr…Crisss…- Desgárrame la piel. Mis manos se introdujeron en su linda cabellera, acercándola más a mis senos, los cuales, la reclamaban con urgencia.



Tomó mis manos, que descansaban en su cabeza. Se paró a mi altura, y entrelazó nuestros dedos, se dibuja una sonrisa en su rostro. Entonces, un par de gotitas se le escurren hasta su boca, mi niña Cris, esta emocionada. Llora, llora sonriendo, y me da un piquito. Aplicando mas fuerza en sus manos, me desliza hasta sentarnos en el piso del ascensor.



En cuanto tocamos el suelo, me arrastro hacia ella, sus lagrimas…las quiero besar. Me deja hacerlo por un rato, antes de que recupere su naturaleza salvaje.



Me separa colocando su mano en mi pecho, me siento tranquila frente a ella. Reprimiendo todo la subida del libido.
Entre cruza sus brazos, y ante mis ojos se retira su polo, lo arroja no se donde…total, mañana lo buscaríamos.



Su cabello cae por su cuello, dándome una vista magnifica, ese sujetador tan exquisito, cubriéndole lo necesario, tocando lo que yo ansiaba. No contenta con dejarme perpleja y con el gesto mas lascivo…Se toca con el dedo medio por su pecho, toca todo el borde de su sujetador, jugueteando con su cuerpo, parando sorpresivamente…a ver como mis ojos siguen su recorrido, entonces continua en su tarea de excitarme, creando círculos, se acariciaba y soltaba sonidos tan lujuriosos con cada avance de su mano. Yo me volví idiota con ello.




Mi loba se acerca a su presa favorita, me empuja con la cabeza, me recuesto en el frio piso. Ella encima de mí, sin apoyarse por ningún instante. Sus brazos a cada extremo, una pierna como siempre, entre las mías, haciéndome sufrir. Quiero cogerla, pero retiene mis manos en el aire. Me frena de las muñecas contra el suelo. Esta niña, como le gusta tener el control. Ahora soy de ella, me tiene presa en su agarre…



Me muerde por encima del sujetador, a estas alturas ya esta perdiendo su función. Sigue descendiendo, soltándome mis manos, me cubro el rostro…es demasiado, demasiado sentimiento junto. La siento jugar en mi ombligo, introduce su lengua, al fondo muy al fondo, hace figuras en mi piel.



Entonces, llega a mi pantalón. Que molesta es la hebilla, se ayuda de sus delicados dedos para desatarme, una vez abierto, lo jala. Lo tiene en su poder, mi cinturón de cuero, y al agitarlo para que este bien tenso, hace un ruidito; me esfuerzo en mirarla. Se sienta en mis piernas y mantiene una sonrisa coqueta en los labios, mientras sigue sacudiendo el cinturón. Nos mira a ambos, primero a la correa, luego a mí…¿qué trama?. Hace un ligero movimiento con su ceja izquierda. De nuevo lo agita. Tiene una cara tan depravada, que me asusta lo que pensará. Se ríe como chiquilla.



Me esta gustando tu cinturón – lo dice mientras con una mano acerca la hebilla a mi estomago, me crispa lo helado que se siente. – deberíamos sacarle provecho ¿no?



Pase saliva ante esos comentarios. Notó como temblé. Era una imagen para película de adultos, Cris con la parte superior semi descubierta…sentada sobre mí, cada una de sus piernas descansando a un lado de mis extremidades inferiores: esa falda se alzó para dejarle estar en esa posición, sus muslos son suaves…con el cinturón ajustándolo entre sus dedos. Mi futuro esta en sus manos.



No me va, el sado…-Debo marcarle un par de limites a esta señorita. Como iba ir a la oficina con un par de marcados correazos por todo el cuerpo…uhm, no, a menos que quiera ser el punto de todas las burlas. – eso no.



Ok, con o sin cinturón… tendrás muchas marcas por toda tu piel, ji ji ji – Dicho eso dejó a un lado mi correa. Segundos antes de que bajara el rostro a mi ombligo, susurró: “lo intentaremos para la próxima…y no aceptaré excusas”



Me desliza el cierre del pantalón con los dientes; me froto la frente con el antebrazo, es indescriptible saber como me siento; y los resbala por mis piernas, me quita mis zapatillas. Estoy debajo de Cris, con tan sólo ropa interior, La veo deslizar sus ojos hacia mi bóxer, lo desvía, y vuelve como si le llamaran; un sonrojo se asoma. Me encanta que le guste.



Ahora ella trepa hacia mí, colocándose a horcajadas en mi cintura; me aprieta con sus muslos, provocando un par de jadeos; esa falda me fastidia, no puedo sentirla totalmente. Creo que leyó mis pensamientos, solita se desvestía…para mí.




¡Carambas! soy demasiado joven para sufrir de problemas cardiacos. ¿Qué me pasa?





No se qué maniobras utilizó para retirarse esa prenda sin siquiera despegarse de mis caderas. Será posible que amanezca con esta señorita haciendo el amor. Las dudas se desvanecieron al instante.



Gestos repentinos, mirada enloquecida, y escucho mis propios gemidos ya nada impasibles; me excita esa forma como se mueve, me estimula el que sólo sea una pequeñísima prenda lo que separe nuestros sexos, me incita a cometer mil locuras…uhm…ahh…jadeos por doquier, con tal de que siga ahí, justo ahí. Dándome mas y mas, parece tener un mapa a mis zonas erógenas, y entre mis gruñidos, ella también comienza a gemir, dice mi nombre entrecortado, sus manos han ido a provocar a mis pezones, no se en qué momento me quitó el sujetador. Los lame cada uno, erizándolos, los coge entre sus dedos aplicando un poco de fuerza, es tan ardiente. ¡Sigue!, ¡Sigue! olvidémonos donde estamos, que puede nos escuchen todo los vecinos del sexto y sétimo piso, que pongamos celosos a todos los enamorados, pero esta es nuestra forma de amarnos, demostrar que hoy nos enamoramos, que ya no puedo estar sin ti.




Tus manos me comprenden, me hablan, me susurran secretos. Cuando te pegaste a mi pecho, y descansaste. Su piel sobándose indecentemente contra mis senos desnudos. Estaba tan emocionada, te quite como una maniática el sujetador, no quería que nada evite sentirte cien por ciento. Tus dos senos tan bien formados, rosados, erizados, esperándome ansiosamente a que los muerda, los coma, me goce en ti, es tan sabroso, y escuchar como gimes lo hace bello. Cierras los ojos para disfrutar del momento.


Somos dos locas, entregándose mutuamente a los mimos, caricias. Me abrazo a tu cintura, no quiero perderte, suerte que aún no te percatas de lo húmeda que me has puesto…por ahora mi ropa interior es la única que se da cuenta. Tu cabello cae sobre mi boca, lo alejo rápidamente y voy por tus labios, extraño tus besos, Mi niña Cris, te amo.





El espacio es pequeño en el ascensor. Mi maletín. Tu bolso. Mi portaplanos, todo nos molesta. Si tan sólo se abriera la puerta, te llevo cargada a mi alcoba y terminamos esto allí, en mi cama…en el sillón, en la cocina, en la lavandería, en el cuarto de huésped, en todos lados.




Mi mano choca con tu celular, lo sostengo y te lo acerco. Mas estas tan ocupada besando mi pecho que no te percatas; tu mano me presiona uno de los pezones, estoy segura que no te detendrías aun si hubiera gente mirándonos.



Cris…Cris…mira lo qu…ahhh…AHHH– Su mano ha ido a parar a mi entrepierna, esta…esta…bajando mi ropa interior…y yo…yo. Me olvido lo que quería decir.





Di mi nombre mi amor, que quiero escuchar todos tus gritos de placer…porque –Estaba excitada Cris, no podía decir ninguna palabra sin que su apresurada respiración la interrumpiera - porque…todos los sabores… los voy a probar hoy.





Me aviva, me alimenta, me examina, me hace perder la razón… compadécete de mi.







Esta es Cris, esta soy yo…y lo que pase de aquí en adelante es cosa de dos.





Apagué la linterna de su celular.

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