2da Noche:
Era tan simple como cruzar la
puerta de ingreso a un centro comercial, uhm… mejor dicho, literalmente era
entrar a la tienda. ¿Cuál era el gran problema?
En resumen, me preocupaba entrar,
ajá, me dio pánico escénico, y me he quedado desde hace varios minutos sólo
observando como las demás personas son capaces de ir de un lado otro sin tanta
tensión. Es que bueno, ninguno tenia una cuasi cita con una chica llamada
Vanessa, tal vez ni siquiera esta aún dentro, o quizá nunca vendrá, tal vez fue
un sueño, o las hormonas alborotadas me jugaron una mala pasada, y crearon un
universo alterno, donde una linda chica me cito ayer para… entregarme un
carrito de colección.
Exhale el aire que tenia almacenado
en mis pulmones y como niña valiente, avance cada paso, mis pies pesaban,
sudaba en plena tarde de invierno, me desabroche el saco. Entre.
Podría moverse, no me deja mover
el coche – una señora me despertó de mis alucinaciones – no se puede quedar en
medio, no ve que hay gente apurada.
Oh si, lo siento – me arrime a un
rinconcito del estante.
La primera parte de mi plan había
ido bien. Lo que me faltaba ahora, es ir al 2do nivel, sección juguetería,
encontrarme con Vanessa y ver si mis habilidades comunicativas mejoraron de
ayer a hoy.
Bien, allí voy – camine hacia las
escaleras más cercanas – si se puede… si se puede, si se pue..
Es alguna clase de mantra? – Una
de las vendedoras de la tienda subía detrás de mí las escaleras – jajaja, disculpa,
me dio gracia.
Lo sé. Por hoy te lo dejo pasar –
me reí también de la situación – los nervios hacen que comience a decir lo que
pienso en voz alta.
Uy… eso es peligroso – medito la
chica, ella iba cargando entre sus brazos varias cajas de juguetes – imagínate
que estas con alguien que te gusta, terminas declarando cualquier cosa ¿no?
Si, ya me paso un par de veces – Le
señale las cajas que llevaba y me propuse ayudarle – Te vendría bien una mano.
Mas bien otro trabajo pero no hay
que decirlo en voz alta jajaja – tome un par de cajas de entre sus brazos y
caminamos al mismo ritmo por las escaleras – Me llamo Hazel, como puedes ver
esta escrito en mi chaqueta. – me señala el pequeño letrerito en la parte
izquierda de su uniforme
La verdad si no me decías tu nombre
nunca me hubiera fijado que lo tenias puesto– Soy bastante despistada para
cosas obvias – Me llamo Jay.
Un gusto conocerte Jay y gracias
por ayudarme con estos paquetes, no tenias que hacerlo – Subimos por fin al 2do
nivel – solo hasta la tercera sección y de ahí a la derecha… si no estas
apurada.
No, estoy con tiempo, mi cita er…
– había llegado media hora antes de la hora pactada – mmm, por aquí ¿no?
Jajaja, sí que dices lo primero
que piensas, aunque es raro una cita en un supermercado – Se que nota el leve
rubor de mis mejillas y que miro hacia otra dirección- sabes, hay lindas
cafeterías aledañas, o puedes ir al cine, encontrarte con alguien en la sección
de mascotas no es tan romántico como te lo imaginas…
Que graciosa, bueno tomare tu
consejo – La seguí hasta una repisa, donde comenzó a colocar uno a uno los
juguetes – en fin, me tengo que ir.
Pensé que tenías tiempo o te
incomode con lo que dije – hace un gesto de intriga, que me hace reír – así está
mejor, ahora si puedes ir en paz. ¡Que la fuerza te acompañe!
Jajaja, gracias, con su permiso –
hice una reverencia en broma, y me fui alejando hacia el pasillo – si necesitas
ayuda, estaré por aquí.
Te tomare la palabra, así que
mejor no lo digas jejeje – sonríe y continua arreglando los juguetes en cada
nivel de la repisa - que te diviertas en tu cita, te recomiendo la sección de
helados, el olor es mas agradable que en la sección de pescados.
Lo que digas… - termine mirando
el piso, cuando Hazel dijo eso en voz alta – bye
Como tenia todavía un par de
minutos antes que llegara esa chica, si es que se animo a venir y no
malinterprete las señales. Porque hace tiempo que no ligaba y puede ser que
este algo oxidada en eso de las pautas básicas de salir con una chica.
Lo que pasa es que tuve una “relación
medianamente larga”, por lo que descuide a mis amantes (mejor dicho termine con
cada uno de mis fans) antes tenía ese rollo egocéntrico, que al final atraía
una y otra chica, pero parece que el volverme fiel e idiota enamorada, logro
debilitar mi súper poder. Sin embargo, uno tiene que estar abierta a las
opciones de la naturaleza, así como dicen si la vida te da limones has limonada
y si en los últimos meses era más fácil conseguir chicos, bueno, aprovechare
para afinar mis tácticas de conquista.
Uhm, ahora que haré – camine por
los pasillos sin saber que hacer, miraba juguetes y los precios, luego los
devolvía a la estantería – tengo que relajarme o comenzaré a hablar sola.
Aunque claro que ya había
iniciado mi conversación conmigo misma. Miré mi reloj y era la hora pactada… me
sentí insegura de llegar tan temprano, se reiría al verme esperándola o podría
llegar un poco tarde y si me deja plantada nadie lo notará.
Aproveche ese momento de lucidez
para ir al primer nivel y comprar unos comestibles para la cena de mañana. Me
había comprometido con Miguel a llevar los ingredientes y el como buen novio en
etapa de evaluación, se luciría preparándome un platillo riquísimo para
conquistarme con la comida.
Hola Miguel, no recuerdo si tenia
que llevar tomate o es suficiente con la salsa enlatada – Era mas sencillo
pidiéndole la lista de productos a mi chef personal – ajá, bueno, para mi es lo
mismo. Ok, ok, es un crimen decir que lo natural es igual a la producción en
masa de enlatados…
Devolví la lata junto con el
resto y me dirigí a la sección de verduras. Creo que al ser fin de mes mucha
más gente abarrotaba el centro comercial, o todos decidían gastar su sueldo en
compras de comestibles. En fin, después de esquivar un par de coches y unos
niños jugando a tirarse golosinas. Llegue a tomar ½ kilo de tomates y me
aproxime a buscar el siguiente producto, fideos.
“oferta de último minuto, lleve 3
yogurt y page 2” La voz que siempre se
escucha en los supermercados para las ofertas, me daba risa o sea parecía tan
animada con la vida la mujer que perifonea.
Ya tenía casi todo en el carrito,
justo encontré uno vacío pero lo que no pensé es que la cola para caja era
enorme. Yo debía perder un par de minutos sin embargo de seguir con esa
paciencia la cajera, quedaría atrapada 20 minutos de mi vida. Llegaría tarde a
mi cita y además cargando conmigo bolsas llenas de productos.
Fuck, no hay nada mejor que
cargar cebollas en una cita…. Y la carne!! Obvio el olor a carne – Comenzó una
nube negra a deambular por mi cabeza, ¿Cómo se me ocurre hacer eso? – claro, lo único que falta es que tenga que ir
corriendo al 2do piso, con tantas bolsas pesadas que alguna se romperá y
rodaran por los pasillas las verduras…. Y al final
Al final, le caerán cebollas en
la cabeza a los demás clientes…. – voltee para observar quien se burlaba de mi
desdicha – disculpa que interrumpa tu conversación con tu “yo interno” pero
como que estas deprimiendo el ambiente – me sonríe y señala alrededor mío – ven
aquí pequeño cachorro te ayudare – extiende la mano como si fuera a alimentar a
su mascota.
Estuve tentada a decirle ¿Qué te
pasa? pero su sonrisa me dio calma, así que le seguí el juego.
Si esperas que comience a ladrar
o mover la cola, estás demente – Salí de la fila, arrastrando el cochecito por
el camino.
Jajaja no, no viste el letrero al
ingreso, no se aceptan mascotas – seguía caminando ligeramente delante de mí y
me llevo a la sección de electrodomésticos.
Me hiciste salir de la cola para
venderme un tv? – Levante mi ceja instintivamente.
No, lo que pasa, es que hay una
caja vacía por este lado, solo que no es para hacer pago de comestibles… - ya
iba a refutar y reclamarle porqué me trajo aquí – pero por esta ocasión y por
ser la cliente 1 millón tienes ese beneficio y no sólo eso, sino que además
serás atendida por mí.
Genial!
Le agradecí rápidamente a Hazel,
y le pedí un último favor, que cuide todas mis bolsas de compras por un rato.
Ella me miro curiosa, sin embargo accedió. Después de ello, fui casi en carrera
de obstáculos al 2do nivel, ya había perdido bastante tiempo.
Comenzó a sonar mi celular en
pleno maratón hacia la juguetería.
Aló, ¿Quién es? – el móvil tenía
que sonar justo ahora – Miguel, si, dime ¿cómo estás?, ¿qué tal la noche?, ¿cenaste?
¿Ya te vas a dormir? besos – y si no te vas aún, deberías hacerlo en vez de
interrumpirme cuando no te lo pido.
Noooo, como crees, no es que
quiera colgarte – Obvio que sí, chico listo. – jajaja es broma, lo que pasa es
que estoy haciendo las compras, y… no, no es necesario que vengas, no pesa
nada, no tienes que ayudarme, espera, please… no – era muy tarde. Miguel vivía
demasiado cerca al centro comercial y el tan incondicional como siempre, iba a
venir lo más pronto para acompañarme a llevar las cosas que compre… oh sí, todo
un galán que me conseguí - Suspire.
¡Hola! – Era ella, Vanessa.
Estaba recostada en la baranda del 2do nivel. Seguramente observando desde ahí
si llegaba.
Estaba con unos jeans ajustados,
una camiseta blanca y un blazer negro ligeramente abierto. Me encantó la
bufanda de colores que llevaba en el cuello, tenía tantas ganas de preguntarle
donde lo compro, ya me estaba imaginando con que ropa se me vería bien. Me
percate también que le colgaban alrededor del cuello unos audífonos, los cuales
le daban un toque más sexy a esa apariencia de chica despreocupada.
Abrí la boca para saludar, pero
no emití sonido alguno, a menos claro, que sea una frecuencia sólo audible para
los perros. Se me reseco la boca, y desvié un poco la mirada para relajar los músculos,
los huesos y toda la anatomía.
Lo único que me quedo es asentir
con la cabeza, sonreírle y tratar que regrese lo más pronto mi voz.
Uhm… - se aproxima a donde estoy,
no pierde la sonrisa de los labios - ¿nerviosa? – con ese tono de voz algo
ronco, esa mirada penetrante, traspasar mi espacio personal, como encendió mis
mejillas. Bingo! Estaba re nerviosa.
Ahm, este… - Retrocedí un par de
pasos. – hay mucha gente ¿no?, hace calor.
Sonríe y se divierte con la
situación, no feliz con eso, decide detener su ataque directo de feromonas. Se
acomoda el cabello mismo comercial en cámara lenta, dejándome contar cada hebra
de su castaño cabello, por último en un ágil movimiento se desprende de los
audífonos y los guarda en su bolso.
Mira que tengo aquí – busca algo
en su bolso, el pequeño autito que formaría parte de mi colección. – jaja vaya,
te brillan los ojos por el juguete, me hubiera gustado que sea porque me viste
jajaja pero es por el auto. – hace un puchero de niña triste.
Ey! No, no es eso. Sólo que ese
modelo es difícil de conseguir, además el color, es lindísimo – no pude esperar
que me lo entregue, lo tome con mis manos y pude sentir la textura de su caja.
Sin embargo antes de que lo tenga a buen recaudo entre mis brazos. – ahm… este
¿Por qué lo guardas? – una lágrima invisible recorrió mi rostro al saber que
Vanessa no pensaba darme el auto así de fácil.
El juguete es para más tarde; ya
que estamos aquí… por que no vamos a - que iba a sugerirme hacer esta chica,
era muy pronto para querer algo más físico. Pase saliva por la duda, ¿un lugar
más privado? ¿Tú casa? ¿Mi casa? ¿Un hotel? ¿Por qué pienso en eso ahora?
Cambia de idea, antes que tu rostro delate que no piensas nada bueno… - que me
ayudes con mis compras navideñas. – me guiña el ojo y siento el alma regresarme
al cuerpo – algo me dice que pensabas que diría otra cosa. Tranqui… no muerdo
jejeje cierto ¿Cómo te llamas?
Este, yo soy Jay, sorry por no presentarme
antes – me despeino la cabeza y me gustaría estar en cualquier otro lado. Me
intimida demasiado la soltura de Vanessa – ¿Qué quieres comprar?
Me faltan dos regalos, uno para
mi…. – curiosamente, antes de que termine de hablar, me jala del brazo y me
hizo correr por uno de los pasillos, esconderme detrás de un gran bloque de
cajas de muñecas Barbie. Mientras ella mira lentamente en dirección al lugar
donde habíamos estado hace minutos – shhh no hagas ruido.
¿Qué pasa? – quise acercarme a
ver de quien nos escondíamos pero ella me detuvo antes de lograrlo - ¿algún
conocido?
No, no jejeje es solo que así es
más interesante – se notaba algo preocupada y seguíamos las dos agachadas
detrás de las cajas – bueno, ya que nos estamos conociendo Jay, cuéntame ¿a qué
te dedicas? ¿Vives cerca de aquí? – volvió a girar su cabeza hacia el pasillo,
como verificando que no se encontrara con alguien. – Si en algo era experta,
era en saber cuándo una persona decía pretextos para salir del paso.
Es algo raro conversar así, ¿Por
qué susurras?– me mira bien el rostro, sé que sus ojos se quedan más tiempo en
mis labios, y luego se acerca peligrosamente a mi – ahm… este yo… yo…yo-yo - no
quería que una desconocida me dé un beso… bueno no hay que ser tan exigente,
total esta preciosa. Quería sentir sus labios sobre los míos, quería probar su
boca, su lengua, quería saber su sabor, extrañaba la calidez de un beso con una
chica, quería aprisionarla con mis labios. Mi cuerpo se tensó, mi corazón latió
más rápido, mis labios se entreabrieron, me acerque un par de centímetros para
cerrar el contacto. Sin decidirlo mis párpados se cerraron y casi podía sentir
la suave brisa de su respiración, haciéndome cosquillitas al acercarse más y
más...
No estoy susurrando… sólo me gusta
hablar en voz baja – su voz ronca se coló por mis oídos, sus labios habían ido
a parar a mi oreja, un suave beso en el aire y su aliento crispándome la piel. Abrí
los ojos por un segundo, solo para observarla mientras despacio se retiraba de
mi oído. Quise voltear el rostro y capturar su boca, por alguna loca razón perdí
el sentido del tiempo y espacio. Mis brazos terminaron enroscándose a su
cuello, comencé a cerrar nuevamente los parpados y aproximarme a su boca – uhm…
no quiero matar la pasión pero un beso de chicas…cof… en la sección de niños…cof.
Navidad… padres, papa Noel… este….tu
sabes…
En ese instante miré a todos
lados y el mundo junto con sus 498230543988931 reglas de comportamiento cayeron
sobre mí. Como se me ocurría lanzarme al cuello de una extraña, por más que sea
súper linda, que tenga esa sonrisa sexy y ni hablar de su cuerpo…ufff me hacía
hervir la sangre.
La solté más pronto de lo que me
permitieron mis brazos, di un vistazo de 360° para asegurarme que nadie vio lo
que casi paso. Derecha sin problemas, Izquierda unos padres junto a sus hijos
de espaldas viendo unos robots, detrás mío varias familias llenando su coche
con los juguetes de oferta, por suerte estaban distraídos que ni se dieron
cuenta. Y cuando creo que me salve por poco, una niña me observa fijamente
mientras entre sus brazos sostiene una caja de monster high.
Ah yo, yo no, no es lo que tú
crees, yo, nosotras, buscaba una Barbie…y bueno, no iba – comencé a hablar
rápido sin entender nada de lo que decía – este, ahm tu mamá donde esta
pequeña? Jejeje te puedes perder – porque me saldría una voz de delincuente, la
niña me miro asustada – no, no, no es que yo, tranquila, este quieres una
Barbie, hay muchas….ves… jejeje – parecía que iba a comenzar a llorar la niña y
no tuve otra reacción que pararme y huir de ahí.
Oyeee espera…. – escuche la voz
de Vanessa llamándome, mientras yo solo fui lo más pronto al otro extremo de la
tienda, bajando las escaleras de dos en dos.
*** ***
Después de estar corriendo entre
los pasillos y esquivando gente, por fin me detuve en la sección de zapatillas.
Luego de recuperar el aliento, me senté en un banquillo vacío. Mientras mi
imaginación mismo cine, rememora esos instantes donde casi le doy un beso a
Vanessa y luego salir a toda marcha.
Tal vez en el fondo si quería hacerlo.
Entonces ¿por qué se me ocurrió escapar? me daba vergüenza ver su rostro después
de casi…
Aishh casi nos besamos…. – me
toque los labios con la yema de los dedos, sentía aun el sonrojo en mi mejilla
- ¿Qué estará pensando de mí? – no estaba segura si era mejor irme del centro
comercial, creo que malogre esta “cita”. – mmm por lo menos debí disculparme… -
pero que me dirá, tal vez confundí todo.
Me quede sentada en uno de los
bancos de madera, tenía miedo de que en cualquier minuto aparezca.
Sonó mi celular.
En la pantalla apareció el nombre
de Miguel, mi cuasi novio desde hace unas semanas. En el fondo tengo la
sensación de que estoy con él, sólo para no tener la presión de enamorarme de
nuevo. Es más fácil responder: “si salgo con alguien”, que decirle a los demás
que por el momento no tengo interés en nadie. Supongo que debo primero aprender
a conocerme antes de que mágicamente se me aparezca una persona especial.
Lo siento, por ahora no quiero
hablarte – deje sonando el celular sin prestarle mucha atención. Me anime yo
misma, no era lugar para estar deprimida, además tengo muchas cosas por las que
estar feliz – al menos me despediré, no es necesario que nos volvamos a ver….
Tome el valor que me quedaban y
deje mi sitio de melancolía para enfrentarme a Vanessa, quería hallarla rápido
para después desaparecer. Enterrarme en mi camita y rodar abrazada a mis
almohadas en forma de animalitos, hasta olvidar esta noche.
Camine por el pasillo lleno de
zapatos de niños, de adultos, de varones, de mujeres, de verano, de invierno,
tantos modelos y colores.
¿Quién soy?-Unas manos me atrapan
desde atrás y me cubren los ojos.
Ni por una milésima de segundo
dudo.
Miguel suéltame, casi me matas
del susto – sus manos se deslizan de mi vista, me giro hacia él, y lo primero
que me percato es que a pesar del frio lleva un polo y una camisa abierta. Es
simpático. Le gusta a otras chicas de mi trabajo, mmm entonces porque no me
dejo conquistar. - ¿Cómo me encontraste?
No fue nada fácil, especialmente
porque una señorita no contesta su celular – me coge de las mejillas en un
gesto lleno de cariño, para luego abrazarme fuertemente contra su pecho – hace
rato que te busco, ¿Dónde estabas? – besos y besos en mi cabeza
Ey ya, para con tanto amor, solo
faltan los elefantes rosas – no era que me disguste la gente cariñosa, sin
embargo Miguel era demasiado cursi para mí. Me solté poco a poco de su abrazo
de oso – me has estado buscando por el centr…– antes de que termine mi oración,
él ya estaba dándome respiración de boca a boca. No me quedo otra que corresponder
su beso. – …mmm bueno - me di cuenta que por esta vez le dejaría ganar, no
debía engañar a un chico tan sensible. Quien sabe Vanessa no era la persona
para mí, y como todo tiene una razón de ser, tal vez era inevitable no seguir
conociendo a esa chica.
Te quiero – entrelaza su mano con
la mía, y sabiendo que no responderé su frase, nos vamos caminando hacia la
salida - ¿no habías comprado las cosas para la cena?
Ahhh cierto, lo deje encargado en
caja - me suelto de su mano - espérame, voy a la caja de electrodomésticos.
No demoro.
Ese cuento ya me lo sé – me sigue
hacia la caja - mejor te acompaño.
No sé cómo le hice pero lo perdí
en medio camino. No necesitaba un guardaespaldas para ir a buscar mis
provisiones. Además no me vendría nada mal estar un rato sola ordenando mis
ideas.
Uff aquí estabas – Vanessa me
sonreía desde casi la mitad del pasillo de libros y revistas - ya iba a pedir a
seguridad que busquen a una niña con tus características – has leído este
libro, me parece muy bueno el autor… - me observa y se da cuenta que estoy
avergonzada – ven, desde ahí no puedes ver el libro que te digo - extiende su
mano para que yo le de la mía.
No resisto a su media sonrisa, le
hago caso y tomo su mano.
Mmm este ya lo leí, este también,
me gustan más los libros de ciencia ficción – me relaje al hablar de uno de mis
hobbys, la lectura – este de aquí me llama la atención pero como aún cuesta
mucho, esperare a que este en oferta.
Qué bueno, tenemos otra cosa en
común – camina un poco y se sienta en el piso para ojear un par de revistas del
estante inferior – por cierto, ¿Qué edad tienes?
Pues hace un par de meses cumplí
24 ¿y tú? – sí que era guapa Vanessa, tenía
un aire de intelectual sexy ojeando las revistas. Tal vez puedo aprovechar esta
oportunidad e invitarla a una cafetería.
Qué raro, no pensé que sería la
menor, tengo 22 – deja una revista de autos y atrapa uno de modas – tengo
curiosidad, como te animaste a encontrarte con una desconocida. ¿Solo por un
autito?
Ja ja no, obvio que no fue por el
auto – ¿por qué lo hice? Fuck, Me pareció linda… no, busca otra respuesta. No tenía
nada que hacer, tampoco puedo decir eso. – la verdad, no sé porque acepte
venir…
Espero que no estés arrepentida
¿o sí? – se levanta de su sitio para estar a mi altura, su mano me acomoda un mechón
que cubría mi vista, siento que es peligroso estar tan cerca. – Este es un sitio mejor que la juguetería –
siento una de sus manos ligeramente apoyadas en mi cintura – podemos continuar
donde nos quedamos….
Por fin te encontré. No te dije
cenicienta que a las 22 termina mi turno y no tengo con quien dejar las bolsas
que me encargaste – volteo y es la chica de la tienda, Hazel - que tal te fue con la cita, seguiste mi
consejo y fuiste a la sección de helados?
Antes de que pueda responder me
percate que Vanessa, inmediatamente se había escabullido entre varias revistas,
no levantaba el rostro para nada. Aunque era seguro que su “escondite” era tan
evidente. Lo que era raro es que al parecer no quería que Hazel la viera. La
pregunta es ¿por qué?
Está prohibido leer la revista a
menos que la vayas a comprar – añadió Hazel mirando de reojo a Vanessa, esta última
solo asintió sin sacarse la revista del rostro – la caja para cancelar está
detrás de este pasillo.
Bueno Jay, tus cosas las deje en la
misma caja de electrodomésticos – quería saber porque Vanessa se escondió pero
lo investigaría más tarde. Por ahora debo recoger las bolsas que compre - ¿vamos?
Ok, claro… - observe rápidamente
a Vanessa y luego a Hazel. Tenía que hallar un modo de decirle que quería
seguir con la cita. - este libro también me lo llevare – Tome el libro más
cercano - me gusta la frase con la que termina: Nos volveremos a encontrar, cuando
las puertas se cierren… Y puedas recordar mi número: 94449483 – me disponía a
repetir mi número de teléfono cuando veo que Vanessa me hace señas de que no
tiene con que anotar – ahh y si no puedes, preocuparte no debes, ya que en el
1er lugar donde nos encontramos….ahm nos volveremos a ver. Por el fin de los
tiempos, cortando transmisión. Respondió el soldado Bryan… en esa tarde de
invierno frio… muy frio y extraño. – Sí que era malísima para inventar
historias.
¿En serio dice eso? Qué libro más
raro – Hazel se acerca para intentar leer la sumilla del libro – pensé que era
sobre mitología griega, vaya… se ve interesante, me lo llevare mañana. – Levanta
los hombros.
Jejeje es que es una parodia, de
esas que últimamente salen, donde mezclas clásicos, ya sabes películas, libros
conocidos y todos son zombies o vampiros – me desordene el cabello y camine más
rápido para salir del pasillo – vamos, vamos.
Si, solo dame un minuto – Se va
donde esta Vanessa y hace el ademan de darle una revista – uhm… si quieres
aparentar que lees por lo menos pon la revista boca arriba y…. yo que tu elijo
otra, playboy digamos que no tiene mucho texto…. – soltó la revista
inmediatamente Vanessa, cayendo al suelo en cuestión de segundos. – ajá, lo sabía.
¿Se puede saber qué haces aquí?
...yo, bueno, estoy de compras
jajaja…- reía más para que ella misma lo creyera – ya es tarde, mañana debo
trabajar, en fin, me tengo que ir. – se despidió con su mano y comenzó a
retroceder.
Espera, ni creas que te iras sin
contarme la verdad, ¿Por qué estas aquí? – le señala con el dedo índice y
Vanessa también podía ponerse nerviosa - sabes que a mí no puedes mentirme, te
conozco demasiado.
¡Aquí estas! – Que estaba pasando
aquí. Todo el mundo tenía que encontrarme.
Reposa sus brazos sobre mis
hombros, y luego me encierra en un abrazo muy sobreprotector – sabía que no era
buena idea dejarte sola… cualquiera pensaría que huyes de mi – comenzó a frotar
su mejilla con la mía, en un gesto muy romántico y sacado de un anime shoujo –
te quiero mucho, mucho, mu…
Muy bien, cambiando de tema– fue
lo único que atine a decirle, moviendo ligeramente los hombros para que este
hombre me soltara de una buena vez - Pesas demasiado.
Jajaja ese humor me encanta, pero
sé que me demuestras todos los días que me quieres tanto – retira sus brazos de
mi cuello, sin embargo no le faltó ni un minuto para tomarme de la mano – uhm
¿Quiénes son? – Levanta la vista y se cruza con las miradas de Hazel y Vanessa.
– Ambas divertidas con la estúpida escena romántica.
Sinceramente no sabía cómo
demostraba que lo quería, si casi todos los días trato de alejarlo de mí, está
perdiendo efecto mi sutil sarcasmo.
Ah sí, ella es Hazel, a quien
buscaba para que me entregue mis compras y ella es Vane… - ssa la chica con la
que me cite a escondidas tuyas para conquistarla. Fuck – mmm ella es… Ahh una
chica – vi la risa que apareció en el rostro de la aludida, mis ojos se posaron
al suelo… - es cliente y y … y nosotros ya nos vamos. – lo jalo del brazo
cuando él se iba a presentar.
Espera – me detiene y extiende la
mano a Hazel – Hola! Soy Miguel el novio de Jay – What the fuck! Desde cuando tenía
el derecho de presentarse de ese modo. “Novio” me daba escalofríos escuchar esa
palabra.
Se nota que ella no se ha
enterado jajaja disculpa, soy bastante molestosa. – Hazel se ríe de mí y le
extiende la mano a Miguel – y esta chica que intenta huir mientras conversamos
– coge de la mano a Vanessa cuando estaba escapando. – Es Vanessa mi… mmm como
definirlo – la mira un rato como analizándola - bueno mi incondicional.
¿Tú qué? – No pude evitar abrir
la boca pero me sorprendió esa presentación. Además sonaba como si llevaran una
relación – mmm yo
Jajaja tranquila Jay, no hay que
ser posesivos – me guiña un ojo como si me hubiera notado celosa con eso de “su
incondicional” – es una forma de decir que es mi - lo deja en puntos suspensivos y me
desespera saber cómo continua la frase
Ya entendí. No tienes que
explicarlo – Siento el brazo de Miguel nuevamente sobre mi hombro, apretándome
hacia el – Jay, no lo captas. Son pareja. – Se me borro la sonrisa del rostro
por unos minutos pero debía recomponerme.
Ahh claro, sorry no lo entendí –
Me abrace a mi novio por esta noche y evite cruzar mirada con Vanessa. Como era
posible que me engañara así, si tenía novia porque se citó conmigo – será mejor
que nos vayamos, quiero que me prepares una cena riquísima.
Como ordenes – Me da un beso y se
despide – un gusto conocerlas, hasta luego.
Gracias por todo Hazel – le sonrío
y le digo adiós con la mano – recogeré mis bolsas de caja. Bye.
Que pases buena noche – me da un
beso volado.
Sin querer observo a Vanessa,
quien se quedó callada y no podía interpretar la expresión de su rostro. Que
idiota fui al creer que esa chica tan linda estaba sola, pero también ella
estuvo mal, como se le ocurre intentar engañar a su novia en el mismo sitio
donde trabaja, eso sí que es ser sinvergüenza.
Me alejo por el pasillo, bastante
desanimada por los acontecimientos de esta noche, lo peor es que ahora tendré
que irme con Miguel a mi departamento, sabiendo cómo es de cariñoso seguramente
querrá quedarse a dormir conmigo. Debo buscar un pretexto realmente bueno para que
se vaya y me deje esta noche tranquila.
Oye… no te parece que te pasaste
– Vanessa le reclamaba a Hazel – mira que decirle que somos pareja.
Jajaja yo no dije eso, solo lo
mal interpreto – Se encoje de hombros Hazel, mientras enrolla una revista y le
da con eso un golpe en la cabeza a Vanessa.
Ouch y eso ¿por qué? – Se queja
Vanessa, mientras se soba.
Por venir a ligarte chicas en mi
trabajo – Sonríe Hazel. – jeje aunque no esperabas que te malograra la noche el
novio.
Ni que lo digas - se entrecruza
de brazos – bueno, ahora que el novio y tú me arruinaron la cita, mínimo
pagaras las consecuencias – levanta una ceja de manera provocativa.
Jajaja ni pienses que te serviré
de consuelo – le acaricia la mejilla delicadamente -soy demasiado para ti, así que shuuu shuuu ve
al depa y plsss duerme. Esta noche no quiero nada de ruidos extraños en plena
madrugada.
eh… mmm no sé de qué hablas – se
sonroja Vanessa y se va del lugar haciéndose la ofendida – nos vemos después
Hazz
Ok, pórtate bien – Le responde.
Hazel la observa desaparecer por
el pasillo. Algo dentro de su corazón se alegraba de haber logrado que esta
noche Vanessa se fuera sola al departamento. Llevaban ya más de dos años siendo
compañeras de piso. Desde que iniciaron la convivencia, Hazel sintió que su
amiga era demasiado importante para ella, y la pasaban tan bien las dos, tanto
que no podía imaginar porque después de estos años nunca había intentado nada
con ella. Tal vez Vanessa no se sentía atraída por ella o es que no le daba las
señales correctas.
Sí que eres una tonta Vane –
suspiro Hazel.
*** ***
En plena madrugada extiende su
brazo hacia la mesa de noche, hace unos segundos su celular había sonado, le
preocupaba que pudiera ser algo importante.
¿Quién será a esta hora? – prendió
su lámpara y observa que es un mensaje de texto.
“Hola! No estoy segura si es tu N°,
soy Vanessa, si no sabes quién soy es que me equivoque y puedes borrar el
mensaje. Lo que pasa es que estoy buscando a la dueña del autito que me lleve…
y como no apunte su celular estoy escribiendo a ver si de suerte le atino. En
fin, si eres tu Jay. Pls manda una señal J
Pd. ya que voy enviando este mismo mensaje a otros números lo siento por
desvelarte… quien quiera que seas.
Pd2. Soy soltera y nuevamente si
no eres Jay, No respondas.”
Jajaja está loca– apareció una
sonrisa de oreja a oreja en mi rostro, a pesar que no me gusta que me
despierten en plena noche… esta chica es especial – mmm no debería llamarla….
Jajaja que más da – Presione responder en mi celular.
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