De noche o día

Te he probado sin piedad,
He marcado yo tu piel,
Con dolor entre placer,
Te he tomado como mía,
Te he hecho mi mujer,
Me has abrigado tú del frío,
Secando tu sudor y el mio,
Entre sábanas ajenas a un amorío.

Te he estrujado entre mis brazos,
Te he absorbido con lujuria,
Me apoderé de tus sentidos,
Saboreando tus gemidos,
Oyendo los latidos,
Del corazón loco de tanto ruido.

Cuando cambiaba la noche a día,

Y tu seguías,

Tu seguías,

Tu seguías
...

Me mirabas y perseguías,
Mientras mi mente recitaba poesía,
Te amaba entre versos y travesías.
Porque tantos caminos recorrimos,
Que debía dejar besos marcados en tu espalda,
Como señales del sendero,
Para no perderme en este enredo,
Lo que es amarte sin conciencia,
Acatar lo terrenal
Y terminar en tus ojos,
Con mi paz.

He depredado tu cordura,
Tu tranquilidad y hermosura,
Me he destruido y vuelto a armar,
Desvaneciendo mi ebriedad,
¿Como es posible?
¿por que no dijiste: "para ya"?
Cuando te he mordido el cuerpo entero,
Sin tregua y con esmero,
No era suficiente con comer tus labios,
De los dos, oh si. De los dos.

¿si esto no es cariño?
¿no es deseo?
¿Como lo llamamos?
¿Creamos diccionario nuevo?
Porque te he dicho mi vida en silencio de alcoba,
Me has mostrado tu corazón en suaves gestos.
Te he acariciado el alma, con cuidado.
Y si esto es el inicio,
No se donde acabo.
En una cama de tu cuarto,
En la pared de un hotel,
En el piso del vecino,
O en una clínica post cuidados.

Me estoy enamorando...¿y tú?