Agotada! Súper agotada después de
unas clases extenuantes, las cuales por cierto había aceptado al inicio de
buena manera; quien diría que ahora me arrepienta tanto. Levantarse a las 5 de
la mañana para comenzar a alistarme, después manejar media dormida una hora,
solo despertando cuando veía un policía cerca, y tratando de esquivar a los
autos. Es así como llegaba a mis clases, despeinada por el viento, con rostro
de no dormir en varias noches, buscando desesperadamente café, y recordando si
había pendiente algún trabajo que entregar. Supongo que tenía suerte de por lo
menos atinarle y usar zapatillas
iguales.
En fin, regresando a donde estoy
actualmente, Salí hace media hora de clases, son las siete de la noche, y un
amigo me llamo para ir a cenar. No le pude decir que no, puesto que ya le había
cancelado en tres ocasiones, y no tenía ni fuerza ni ganas para inventarme un
pretexto demasiado bueno para decirle que mis planes no contenían alimentarme,
sino una cama calientita, silencio absoluto, y mis almohadas en forma de
animalitos extraños. El otro punto por el que no me llamaba la atención salir
con él, es porque me es más interesante salir con chicas. Se puede mantener
unas conversaciones súper alucinantes, siempre hay clichés para matarse de la
risa, y no hay que negarlo, me parece más complicado conquistar a una chica que
un chico y como me gustan los retos o será masoquismo, me gusta intentarlo una
y otra vez, claro que si ganas, la recompensa es muy… muy buena.
Ey, despierta, no quiero morir
tan pronto – mi copiloto me saco de mi mente. Sin duda para manejar un auto hay
que estar concentrada – pareces un zombi al volante.
Ahh, no, no es para tanto, si me
vieras cuando me voy a estudiar, ahí si parezco zombi – me reí con el – en fin,
ya decidiste donde vamos a comer?
Hay varios sitios riquísimos,
cierto, un amigo me recomendó un point de pastas que esta por la calle de las
pizzas - reclina su asiento para descansar, mientras yo le servía de taxista -
pero que se te antoja?
Uhm… puede ser, aunque es muy
movido por la calle de las pizzas, prefiero algo más tranquilo, relajado, que
te de paz, puedas cerrar los ojos…y – bostezo sin querer, y piso el freno antes
de pegarme demasiado al auto que esta adelante – fuck! Porque tenía que cambiar
tan rápido el semáforo.
Me preocupa mi seguridad, si
supiera conducir te diría que yo manejo – se aferra al cinturón de seguridad –
y cómo vas en clases?
Avanza!!! Ves a ese tipo de
adelante, ya cambio la luz y nada – presiono el claxon hasta que por fin se le
ocurre avanzar al auto y justo antes de comportarme como una salvaje– ups, que
decías – regreso al comportamiento más “lady” – jeje mis clases son algo
difíciles, el tema de horarios me complica un poco con el trabajo. Y tu cómo
vas?
Bien, hace poco me cambie de
empresa, y ahora veo lo… (Dialogo de mi copiloto por unos 5 eternos minutos)-
me sonaba a bla bla bla todas las palabras que salían de sus labios, pero como
me dijo en alguna oportunidad mi profesor de comunicación, lo importante no es
escuchar todo, sino el final y repetir lo último en tono de pregunta –…y ahora
tengo dos asistentes que trabajan conmigo.
2 asistentes? Muy bueno. –
Semáforo otra vez, por suerte son aquellos que te van dando los segundos que
faltan para que pase a verde y puedas proseguir con tu camino.
Para evitar dormirme, subo el
volumen de la radio. y me recuesto un rato a descansar en mi asiento. Sin
embargo, comienzo a tener la sensación de que alguien me observa, giro a ver a
mi amigo, y el está distraído revisando el Facebook en su celular, entonces
volteo hacia la ventana que da a mi costado izquierdo.
Una sonrisa me recibo en esta
noche fría.
Había un taxi al costado mío,
también esperando que el semáforo cambie de color. La pasajera que daba a donde
yo me encontraba. No dejaba de observarme y sonreírme.
Del susto voltee la mirada
inmediatamente a la pista, como robot me aferre al volante. Y sabía que seguía
observándome, y seguramente riéndose de mi reacción.
En mi mente me repetía que no
debía voltear, pero ¿quién le hace caso a sus pensamientos en estos días? Yo
no. Giro la cabeza, y nuestras miradas se cruzan, me sonrojo por arte de magia,
y la sonrisa estúpida de siempre aparece en la mejor de sus actuaciones. Era
tipo propaganda de pasta dental, donde sonríes de oreja a oreja.
Castaña, listo.
Guapa, Re-listo
Cabello medio ensortijado, 10
puntos.
Sonrisa de ángel – Yeahh
Rostro de niña buena sexy. 100%
comprobado.
Enumere la lista de requisitos de
chicas que son mi tipo, y esta niña cumplía todo. Le calculaba unos 23 años.
Tenía una casaca blanca y una chalina de colores, supongo que tenía frio.
Aunque no quise mirarla mucho, lo
hice. Lo acepto. Solo espero no haber puesto la cara de ME GUSTAS!!! SI, SI
TU!!! Mode on.
Esta chica me despertó de
inmediato de mi letargo, sin duda la necesitaba cuando despertaba para ir a
clases; más efectiva que la cafeína, más dulce que un helado, tal vez una piel
suavecita… con ella sí que me animo para ir a cenar.
Ya va a cambiar el semáforo – mi
amigo logra hacer que tenga un sobresalto, no sé porque me incomodó que malogre
mi momento con esa chica – que miras?
Ah nada. – tenía que darle tema
de conversación, para yo volver a lo mío – Este y como están tus hermanos?
Porque negaba con su cabeza
cuando la miraba, y se reia aún más. Entonces me saluda con una de sus manos, y
yo solo atino a tratar de despejar el mechon de cabello que cae cubriéndome la
vista. Cuando estoy nerviosa tiendo a despeinarme inconscientemente, y en esta
oportunidad no podía faltar esa reacción.
Comenzó entonces a soplar en su
ventana, para que gracias al aire caliente, y la diferencia de temperatura…y un
rollo más científico que luego puedo explicarles. Logro escribir con su dedo en
la ventana su nombre… el problema es que para yo poder entenderlo, tenía que
leerlo al revés…
Me encantaba esta mujer, y me
encantaría conocerla. Por un segundo se me cruzo la idea de chocar
intencionalmente al taxi, para así tener pretexto de bajarme del auto y
ofrecerle mi nombre. Claro, que analizándolo más a detalle, me ganaría líos no
solo con el taxista, sino con la policía.
Ey me estas escuchando?? Ya
cambio el semáforo – fuck! No quería dejar de verla, pero el auto atrás mío no
dejaba de gritar para que arranque, y bueno el taxi donde estaba la chica
también inicio su marcha – se malogro el auto?
No, no. Ya voy – sacudí mi
cabeza, para mantener la cordura, y no dejarme llevar por mis emociones… lo
intente – Entonces vamos al sitio de pastas?
Uhm, no me dijiste que querías un
lugar tranquilo? – Yo lo único que hacia es no perder de vista el auto de la
chica, necesitaba encontrármela y darle mi número, o que ella me dé el mío, o
cambiamos de pasajeros con el taxista, él se lleva a mi amigo a cenar, y yo me
voy con la chica a mi casa. – hay un sitio de comida china a pocas cuadras, yo
te dirijo.
Ok, vamos – En ese instante ni me
acorde que no me gustaba la comida china, mi meta era convertirme en auto de
policía y seguir indefinidamente a ese taxi plomo de placa NS4-145, marca
Hyundai. – Fuck!! Ese bus no sabe que no debe meterse en este carril, por su
culpa casi lo pierdo…
Pierdes? – hable en voz alta,
porque el bus me cerro el camino y no pude distinguir por donde estaba el taxi
de esa preciosa chica.
Ah el camino, perderme del
camino… , es que no saben manejar, el transporte público no respeta las normas,
pero no es necesariamente su culpa, tu sabes cómo es, con las reformas del
ministerio, y los desvíos, o sea ellos trabajan muchas horas al día, lo ves? –
ni sé que tenía que ver un tema con el otro, pero si ello ayudaba a que mi
amigo siguiera en su mundo, que piense que soy bipolar – mejor dicho, que hay
pros y contras.
mmm… supongo jajaja, la verdad no
te entendí bien – levanta los hombros, y cambia de emisora. A cierto, en tu
edificio no están alquilando departamentos, quiero mudarme.
Creo que en el quinto piso me
pareció ver un volante – Tenia en mi radar al taxi, ya me había olvidado por
completo de a donde me dirigía, esquivaba taxis, buses, me pasaba luces ámbar,
e inclusive tuve que girar rápido para evitar a un peatón distraído que se le
ocurrió cruzar cuando ya había cambiado a verde el semáforo.
Estaba a pocos metros, y podía
observar que ella también me buscaba con su mirada.
En la cuadra que viene doblas a
la derecha – mi amigo me señalaba inclusive con su mano a donde tenía que ir -
… es la que pasaste.
Upss… sorry no te escuche – no
quería ir al restaurante, iba a perseguir el taxi, y aun no sabía que le diría
a mi amigo si terminabas en la carretera central, a kilómetros de nuestro
destino. Porque si ese taxi se iba hasta el lugar más lejano lo seguiría, nada
impediría que conociera a esa chica, nada, excepto la luz roja del semáforo,
indicándome que me detenga. – FUCK!! Noooo……
No es para tanto, solo pisaste un
poco el crucero peatonal, para la próxima maneja más lento. – Veía al taxi
plomo alejarse de mi campo de visión, y se perdía entre tantos taxis más,
estaba contando los segundos para pisar el acelerador a fondo y lograr
acercarme tanto como pueda al auto. Quería ver esa sonrisa de nuevo. - Puedes doblar también por la esquina que
viene, y de ahí regresamos a la otra avenida.
Ya, está bien. – Por fin cambio
el semáforo, y acelere como si mi auto fuera ambulancia trasladando a un
paciente de emergencia – vamos a ganarle a todos los autos… que esquina me
dijiste?
En esta, esta!! Dobla!! Dobla
derecha… - giraba su cabeza mientras
pasaba la avenida donde debía doblar para ir al restaurante – que paso?
Ese taxi de atrás no me iba dejar
pegarme al carril derecho para doblar… - aunque se encontraba casi a 50 mts de
distancia - otra ruta para llegar?
Bueno… de aquí a la tercera
esquina doblas a la derecha… - asentí con la cabeza, sabiendo que tampoco
doblaría, ya que el taxi donde está la chica seguía directo o por lo menos eso
pensaba – es la que sigue, mejor anda acercándote a la derecha, haz tu señal
que vas a doblar… derecha!! Aquiiiii eyyy
Fuck, pensé que dijiste izquierda
– Me desesperaba por no encontrar el taxi… se había desaparecido en el tráfico,
y ya no había forma de ubicarlo – bueno, aquí doblaré a la derecha – mi voz
sonaba apagada, me desilusionaba tanto no encontrarla.
Por fin!!! Hasta donde pensabas
ir? No sé cómo te dieron la licencia de conducir… - mi amigo se reía de lo
sucedido.
Llegamos al restaurante, y como
había dicho no me gusta la comida china, así que tuvimos que buscar otra cosa
más digerible, fuimos a una pizzería al frente de mi departamento. Luego de una
charla sobre su familia, de los viejos tiempos, que deberíamos salir más
seguido, los amigos, etc. Mi cabeza recordaba a la chica de ese taxi, porque me
llamaría tanto la atención.
Me despedí de Charly, para ir a
descansar a mi departamento. Mañana seguiría la rutina de despertar a las 5am.
---- En clases - ---
Terminé de estacionar el auto en
la universidad, y me dirigía a mi salón, cuando soy interceptada en el
ascensor.
Hola – Esa sonrisa, esos ojos,
ese rostro… era ella, la chica del taxi - me recuerdas?
Ah, hola – Por evitar su mirada
casi me golpeo con la puerta del ascensor… - mmm si, tú estabas ayer… bueno, en
un taxi ¿cierto?
Ajá, tu estabas manejando
bastante rápido, creo que te saltaste un par de luces – se veía bastante linda
mientras se reía de mi – al final creo que no lograste alcanzar al taxi.
… ahmm no, no lo estaba siguiendo
– Se me notaba clarísimo en la cara que mentía. – solo iba por el mismo camino…
Ya veo... jajaja - Bajamos del ascensor.
A por cierto, cómo te llamas? No
pude leer lo que escribiste en la ventana… - es difícil conversar por primera
vez con alguien que obviamente se ha dado cuenta que te gusta – creo que decía
María?
Jajajjaa… vaya pensé que lo
habías entendido… decía: Maestría – me quede con una interrogante gigante – no
era mi nombre… sino que ya te había visto en las clases de maestría, por eso te
escribí eso, para que supieras que estudio en la misma universidad
Ahhhh fuck!!! Y casi me choco por
seguirte… - me sonreí y despeine.
Así que me seguías – lo dijo con
un tonito seductor… que me incitaba a invitarla a salir, y no pensaba dejarla
escapar de nuevo – jajaja me llamo Fernanda.
No, no, no te perseguía… jajaja
fuck no me hagas caso, soy un desastre para comunicarme – ya lo había dejado
claro, quería conocerla – bueno, voy a tomar un café… quieres ir Fer?
Fer… me gusta cómo suena, o será
porque tú lo dices… – Asiente la cabeza contenta de mi invitación, y nos vamos
a la cafetería. Mientras yo sigo embobada con ella.
Seguramente tendremos oportunidad
en estos dos años de estudio para volvernos más que conocidas, Fer… que chica
más guapa encontré, ahora tengo motivo suficiente para llegar primera a clases.
Reflexión interna: en la
situación que menos te la imagines puedes conocer a una persona interesante que
te mueva el piso, con solo una mirada.
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